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El parvovirus es una de las principales causas de gastroenteritis hemorrágica y diarreas infecciosas a nivel mundial en los perros. A pesar de que llevamos demasiado tiempo luchando contra ella, se sigue presentando, es por ello que siempre debemos de procurar estar actualizados sobre su prevalencia, identificación y tratamiento, aunque hablar de tratamiento de parvovirus siempre va a resultar polémico, pues al necesitarse un tratamiento sintomático, cada colega va diseñando su protocolo según la experiencia, resultados, estudios e investigaciones que van surgiendo y resulta interesante compartir puntos de vista que pueden mejorar nuestras terapéuticas.
Se trata también de una enfermedad cosmopolita. En toda Latinoamérica es uno de los cuadros clínicos más frecuentes en la clínica diaria y, a pesar de que se encuentra en todo el mundo, sí existen países en Europa y Norteamérica que han logrado controlarlo un poco mejor gracias a su normativa para controlar la población callejera.
Se cree que el parvovirus podría ser una variante de la panleucopenia felina, ya que el virus tiene muchas similitudes en su composición. La parvovirosis canina es causada por el CPV - 2, del cual reconocemos tres variantes actualmente: CPV2a (encontrado en 1979), CPV2b (1984) y CPV2c(2000). La variante CPV1 puede ser detectada aún, pero solo produce una enfermedad leve.
Es un virus pequeño de DNA no envuelto de la familia parvoiridae y, al ser un virus no envuelto, se vuelve relativamente sensible a la mayoría de los desinfectantes. Sin desinfección puede permanecer en el ambiente hasta un año. Un dato muy importante a tener en cuenta es si nuestros clientes quieren llevar a casa a un nuevo perrito tras haber perdido a su compañero a causa del parvovirus.
La ruta de entrada es fecal – oral, por contacto con vomito, diarrea o fómites infectados, por este motivo, el parvovirus es altamente contagioso. La incubación de la enfermedad va de 7 a 14 días, pero se ha demostrado que puede ser hasta de 4 días cuando las dosis virales son muy altas o el paciente se encuentra inmunocomprometido al momento de la infección. La replicación viral inicia en tejido linfoide oro – faríngeo y se disemina a tejido gastrointestinal, médula y linfonodulos mesentéricos, resulta una neutropenia del daño medular y secuestro en tejido gastro intestinal. El parvovirus afecta gravemente al epitelio germinal de las criptas intestinales, causando destrucción y colapso del epitelio.
A) Cripta intestinal en estado optimo sin afección de CPV B) Cripta dañada por acción de CPV.Una de las principales consecuencias tras esta destrucción de vellosidades, es que se produce un síndrome de mala absorción y aumento de la permeabilidad intestinal, por lo que la nutrición enteral juega un papel muy importante. Durante mucho tiempo se insistió en la nutrición parenteral para los pacientes con parvovirus, pero se ha demostrado en distintos estudios que se han tenido mejores resultados cuando se opta por una nutrición directa del enterocito, es decir, la nutrición enteral.
Otras consecuencias que puede tener el parvovirus es la translocación bacteriana, endotoxemia y sepsis. Los pacientes con parvo en cierto momento se convierten en pacientes sépticos, es importante reconocerlo, ya que durante mucho tiempo estuvo también en discusión el uso de antibióticos en estos pacientes.
Otros signos como fiebre, diarrea sanguinolenta, dolor abdominal, anorexia y deshidratación se desarrollan rápidamente. En un principio, la fiebre no siempre es una mala señal, significa que el sistema inmunológico está trabajando, pero siempre se debe estar monitoreando.
La deshidratación será de los principales factores a considerar en nuestro tratamiento y será el punto clave, ya que los animales están teniendo perdidas constantemente. Algunos pacientes empiezan a mostrar coagulopatías por la perdida de albumina a través del intestino que se encuentra altamente permeable, la albumina ayuda a evitar agregación plaquetaria.
El parvovirus produce generalmente una leucopenia por neutropenia y linfopenia, en la medula destruye precursores de leucocitos y células linfoides.
En cuanto a la presentación clínica, sabemos que es muy típica, aunque no patognomónica, comúnmente observamos pacientes decaídos, deshidratados, con dolor abdominal de moderado a severo, en ocasiones se acompaña de vómitos. Una de las complicaciones más severas puede ser la intususcepción intestina, la cual, en algunas ocasiones (cuando el paciente está estable), podemos esperar y ver si resuelve haciendo controles ecográficos como mínimo cada media hora, pero si continúa avanzando, la intususcepción se debe intentar resolver quirúrgicamente, claro que llevará su riesgo y complicaciones por el estado del paciente.
Debemos estar atentos a la aparición de coinfecciones en estos pacientes, revisar que no esté complicada la enfermedad con presencia de parásitos, en ese caso tendríamos que atender el problema también.
La cantidad de estudios laboratoriales que hagamos en pacientes con pavovirosis canina dependerá de varios factores, entre ellos el estado del paciente, la disposición y posibilidad del propietario y nuestro criterio médico.
Entre los cambios hematológicos que encontraremos pueden ser leucopenia, en algunas ocasiones anemia (por perdida activa de sangre), trombocitosis. Diferentes estudios nos dicen que un factor pronostico es el nivel de leucocitos que nuestro paciente tenga, cuando encontramos leucopenia es un factor pronostico desfavorable.
En la química sanguínea solemos encontrar hipocalemia, hipoalbuminemia y aumento de proteína C reactiva, esta última también actúa como un factor pronóstico, azotemia asociada a la deshidratación.
Empezaremos por una anamnesis muy exhaustiva, siempre tenemos presente que es más común en cachorros que podrían o no estar vacunados, ya que las vacunas funcionan para prevenir, pero cada individuo sintetiza anticuerpos de forma distinta de acuerdo con las condiciones propias de cada organismo. El examen físico forma parte importante de nuestro diagnóstico, enfocarnos en reconocer decaimientos, mucosas palidas, fiebre, dolor abdominal, hipotermia, taquipnea etc.
Finalmente, nuestro diagnóstico definitivo nos lo darán las pruebas específicas para medir antígenos de parvovirus, podemos utilizar ELISA, PCR, inmunocromatografia.
¿Cuándo puede una prueba darme un falso positivo?
Esto puede suceder de 4 a 8 días posteriores a una vacunación, si el paciente tiene síntomas compatibles y menos de una semana de vacunado, podemos darlo como un positivo, en cambio si no tienen síntomas compatibles podemos solo tener al paciente en observación para monitorear al paciente y su presentación de signos clínicos. Un falso negativo es mucho más raro si tomamos la muestra de la forma adecuada pero si tiene alta concentración de anticuerpos neutralizantes puede suceder, en ese caso deberíamos proceder a un PCR.
Como ya hemos mencionado, el tratamiento debe ser de manera integral y sintomático conforme nuestro paciente va evolucionando.
Es importante siempre recomendar el tratamiento intrahospitalario, ya que son pacientes que deben estar en constante monitoreo de los signos clínicos, así como de la evolución al tratamiento.
En cuanto a la prevención, siempre tendremos que tener en cuenta la vacunación a partir de las 6 semanas de edad, hacerle saber al propietario que la vacuna tarda alrededor de mínimo 3 días en comenzar a generar anticuerpos neutralizantes y debemos terminar la vacunación alrededor de las 16 semanas de edad para evitar la interferencia de anticuerpos maternos con la vacunación, a su vez, es importante el seguimiento del calendario de vacunación según sus lineamientos internacionales.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento integral con monitoreo constante nos pueden ayudar a aumentar la tasa de supervivencia de nuestros pacientes con parvovirus canino. Más del 90% de pacientes con parvovirus pueden salvarse con el tratamiento adecuado en el momento adecuado. Posterior a un paciente con parvovirus, siempre en nuestra área de infecciosos tenemos que realizar una desinfección adecuada, preferiblemente con hipoclorito de sodio al 0.75% en todas las superficies. Si no realizamos estas desinfecciones, hay que tomar en cuenta que el parvovirus puede vivir hasta 1 año.
Mazzaferro, E. M. (2020). Update on Canine Parvoviral Enteritis. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice, 1307-1325.